2.- El síndrome del "amor negativo"
Berta Sperber, Directora Nacional del Hoffman Institute dice, refiriéndose al síndrome de amor negativo: En mayor o menor medida, explícitamente o no, la mayoría de las personas nos sentimos inseguras en nuestros encuentros profundos, dudamos de nuestras propias capacidades, sentimos sobre nosotros mismos (o desplazamos sobre los otros) una tríada integrada por la crítica, el enjuiciamiento y la culpa.
Esto es lo que sentimos, pero ¿qué originó el síndrome del amor negativo?
Como en muchas teorías totalmente aceptadas, esta identificación negativa con nuestros padres, (el origen de nuestras deficiencias) se remonta a la niñez. A nuestras vivencias y emociones experimentadas en una etapa en que como seres vivos somos frágiles, débiles, sugestionables. Dependemos del cariño y la protección de los adultos. Concretamente de los padres. Aún si nuestros padres bienintencionados nos hubieran proporcionado todo el bienestar posible, a su alcance... En esa etapa los hijos pudimos sentirla con algún tipo de carencia afectiva, con temor, vergüenza, culpa. Dado que el mundo emocional del niño no distingue entre elecciones y obligaciones asume que él es el causante de las "acciones" de los padres que lo lastiman. Así, él podría percibir como abandono o falta de cariño elegido por el padre y provocado por el propio niño, lo que el adulto realiza como una obligación para cumplir con su responsabilidad de padre.
Con cada experiencia que afecte su percepción de seguridad, de afecto, de autoestima, (desaprobación, rechazo, falta de contacto de los padres) de las cuales él se considere responsable o culpable, se va creando una dependencia emocional negativa que une al niño con los padres de manera inconsciente, inevitable y distorsionada. Estas percepciones van reforzando una visión indiscutible de la realidad: Está a merced de los otros, no es amado por lo que es, necesita ganarse el amor de sus padres: Debe adoptar las conductas, estados de ánimo, características y mensajes negativos (abiertos o encubiertos) de los padres.
Esta identificación negativa en lugar de permitirle ser aceptado, como anhela, lo hace Adoptar una conducta programada, compulsiva y autodestructiva que mina su capacidad para amar con libertad.
Entre los programas negativos más destructivos se encuentra el de la anulación o invalidación automática: en lugar de responsabilizarse por sus acciones, transfiere la responsabilidad a los demás y les culpa.
Pero como todo lo que adoptamos, también estos comportamientos aprendidos pueden ser desadoptados...
Pero como todo lo que adoptamos, también estos comportamientos aprendidos pueden ser desadoptados...
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