sábado, 15 de enero de 2011

4.- Amor negativo: Lo adoptado también puede desadoptarse


Ya sabemos que el amor negativo, esa necesidad compulsiva de complacer a otros e imitar sus comportamientos destructivos aunque nos cueste nuestra propia realización, fue el resultado de una percepción en nuestra etapa formativa y que nos convirtió en desafortunadas víctimas y victimarios de un chantaje emocional...
Aclaremos primero que, aunque todos inevitablemente estamos sujetos a la influencia de nuestros padres, y aún cuando ellos tengan o no rasgos, comportamientos y mensajes positivos o negativos, y en fin, aún cuándo nosotros los hayamos copiado todos, eso no significa que estemos condenados a una vida de negación, rechazo, infelicidad, soledad... aún cuando, en el peor de los casos, nuestra percepción haya sido desafortunadamente correcta. Es decir, que los comportamientos autodestructivos que desde nuestra emoción infantil nos sentimos orillados a adoptar, correspondan a los que emanaban de nuestros padres.
Hay varias formas de responder a los comportamientos destructivos generados por el amor negativo. Lo habíamos mencionado: trascenderlos, adoptarlos, rebelarnos.
El Proceso Hoffman de la Quadrinidad ayuda a erradicarlos. 
Hoffman propone que toda persona cuenta con cuatro aspectos que debieran estar integrados: lo intelectual, lo emocional, lo espiritual y lo corporal. Pero cuando somos víctimas del amor negativo, solemos tener nuestro intelecto dominando nuestras vidas, y estamos desconectados de nuestro mundo emocional. El intelecto siempre necesita experiencias viejas para saber cómo seguir. En cambio, nuestra parte emocional, la espiritual y nuestro cuerpo tienen mensajes, idiomas, percepciones rápidas y adecuadas para todas las situaciones desconocidas, que nos hacen sentir seguros. Sin dejar al intelecto afuera, sino ocupando su justa proporción, necesitamos recuperar los tres aspectos que están relegados e integrarlos en una quadrinidad en la que cada uno aporte la información y los recursos necesarios para conformar un ser íntegro, poderoso y amoroso. Este trabajo de integración requiere un fuerte hincapié en la apertura de lo emocional, que también es el camino hacia lo espiritual.
El concepto de Amor Negativo es hacer cosas negativas en nombre del amor. Es un chantaje emocional permanente, donde se pone condiciones para amar y se amenaza con dejar de hacerlo si el otro o uno no cumple con esas condiciones o expectativas.
Hay distintas formas en que esto se concreta:
1.  Porque te amo te maltrato o soy duro o sobreexigente o hipercrítico contigo, “lo hago por tu bien”, “te castigo por tu bien”.
2.  Porque te amo no te pongo límites, y te dejo dañarte o dañarme.
3.  Porque te amo te sobreprotejo y te invalido en tus posibilidades.
4.  Porque te amo me sacrifico por ti y luego te lo cobro o te lo recrimino.
5.  Porque te amo te lleno de regalos o servicios para que me tengas que amar.
6.  Porque te amo te pido que satisfagas mis expectativas, que seas como yo quiero que seas.
Y así, porque te amo: te postergo, te abandono o te rechazo; igual porque no se cumplen las condiciones, o porque para cumplirlas: tienen que postergarte, abandonarte, rechazarte. En cualquier caso el amor está condicionado y no se es suficientemente digno como para amar o ser amado sin condiciones.
PASOS PARA LA POSITIVACION DEL AMOR NEGATIVO
1.  La toma de conciencia del Síndrome del Amor Negativo y de su origen.
2.  La reconexión emocional.
3.  El reencuentro con tu capacidad de amor incondicional.
4.  La recuperación del perdón y de la comprensión o compasión por uno mismo.
5.  La integración del intelecto con el mundo emocional.
6.  La recuperación de nuestra sabiduría interna y el poder sobre uno mismo, autónomo de la mirada del otro.
Algunas herramientas para comenzar a salir:
1.  Conversar con uno mismo desde el querer, no desde el pensar. Respetar las emociones como guía interna de las posibilidades afuera, en lugar de decretarlas o violentarlas. Ej.: “Tengo que poder”, “No debo enojarme, tengo que ser amoroso”, etc. Preguntarse: “Por qué no puedo, por qué me enoja, qué me impide ser amoroso...”
2.  Renunciar a las expectativas sobre uno mismo y sobre los demás. Abrirse a los deseos o metas con conciencia que lo que proponemos suele transformarse con cada respuesta de la vida.
3.  Responsabilizarnos por nuestros actos. No acusar, ni acusarse, pero reconocer que si algo sucede en nuestras vidas uno lo está proponiendo.
4.  Reconocer que lo que nos molesta del otro espeja lo que nos molesta de nosotros mismos. En lugar de pelear, bucear en nosotros.
5.  En un conflicto, hablar desde nuestra responsabilidad o autocrítica de cómo lo generamos o participamos en la construcción del mismo o nuestra impotencia o ignorancia para cambiarlo, jamás hablar del otro.
6.  Reconocer que en nuestro interior hay un niño emocional que todavía desea ser amado sin condiciones y por lo tanto, sin castigos, ni demandas.
Ejercicio matutino:
Visualización o imaginería. Visualizar es lo mismo que imaginar o fantasear, haz esta pequeña fantasía todos los días: Imagina que dentro tuyo estás tú chiquitito, recuérdate así, a los siete u ocho años, mírate a los ojos, y recuerda qué deseabas emocionalmente y no tenías. Comprométete a dártelo este día. Programa cómo puede traducirse en tu mundo hoy, y te ves concretándolo. Imagina cómo se sentiría tu niño si lo recibiese y prométeselo, e imagínate que ya lo recibió. Siente cómo se siente al recibirlo, y afirma tu compromiso para este día.
Otro ejercicio: mírate en el espejo a los ojos y mira tu expresión, fíjate lo que transmiten tus ojos para ti y haz un compromiso con ese mensaje para el día de hoy, y visualízate lográndolo.

Lo anterior tomado del texto "Del amor negativo al amor", de Berta Sperber, Directora Nacional del Instituto Hoffman – Quadrinity

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio