2.- Manipular, manipulado, manipulador
Manipular, manipulado, manipulador. Tres palabras difíciles. Podríamos decir que indeseables. E inaceptables.
¿Qué es manipular? ¿Quién y por qué manipula? Y el manipulado, ¿por qué no interrumpe una relación que lo conduce a la infelicidad?
¿Qué es manipular? ¿Quién y por qué manipula? Y el manipulado, ¿por qué no interrumpe una relación que lo conduce a la infelicidad?
Este es un tema interesantísimo, principalmente porque todos vivimos un poco esa cualidad, aparente manipulación, cuando pretendemos lograr algo que deseamos y que depende de la voluntad, la decisión o la acción de otro para que la consigamos.
Pero no estamos hablando de esa inocente "forma de manipular", ni de la que emprenden los medios cuando quieren conducir la opinión o la voluntad de las masas.
En este caso hablaremos de la manipulación interpersonal, que se vale de explotar las emociones del manipulado en forma continua y con efectos destructivos para la "víctima". A la que le genera sentimientos de culpa tanto si actúa en un sentido o en otro o si deja de actuar....
Que lo inhabilita para tomar decisiones, le disminuye la autoestima, le causa depresión profunda, genera dependencia extrema hacia el victimizador, lo segrega de su grupo familiar y de amigos, lo incapacita para descubrir su dependencia y la forma de salir de la trampa emocional en la que se encuentra lo cual además le genera la "esperanza" de que su "victimizador" puede cambiar y de que es inocente de todo el daño que le provoca (o de que incluso ni siquiera se da cuenta porque lo evitaría).
Este tipo de manipulación destructiva, desafortunadamente, puede estar presente en más relaciones de las que imaginamos. Entre padres e hijos, entre parejas, entre compañeros de trabajo... Por eso es importante tomarse un tiempo para conocer el esquema de este problema y analizar si estamos dentro de una relación manipuladora, o bajo la influencia de un manipulador.
Existe bastante teoría al respecto. Así, podemos encontrar las características generales de una personalidad manipuladora, y encasillar algunos "tipos" de manipuladores: el dominador/despótico, el irresponsable, el simpático, el de perfil bajo, el profeta, el seductor, el generoso, el culto, el explosivo, el desvalido, el dependiente, el enfermo, el cizañero, el perverso. Aunque el manipulador en realidad se oculta tras las máscaras anteriores, (le han llamado "lobo con piel de oveja") y las intercambia a necesidad o placer para provocar en la víctima la respuesta que él (o ella) necesita, y continuar controlando y haciendo sentir culpable y atrapada a la persona dominada.
El perfil sicológico del manipulador nos revela entre otras cosas que es una persona con autoestima más baja de lo normal, que se cree un sabelotodo, que carece de empatía, egoísta, irascible, carente de la capacidad de amar, y con carencias afectivas fuertes originadas en su niñez. Y dentro de su modus operandi está el manejo de una comunicación manipuladora, es decir, no clara, directa, ni precisa. Podríase decir que incompleta, sugiriendo que el receptor es incompetente por no descifrarla adecuadamente. Además, recurre a la evasión, ni aclara, ni responde para generar más confusión, incertidumbre y malestar en la víctima. Estos y otros de sus recursos pueden identificarse. E igualmente podemos conocer las estrategias para evitar tanto a los manipuladores como ser manipulados.
Lo cual nos lleva a identificar el tipo de personas vulnerables a caer en la "trampa" del manipulador. En principio, las personas con alguna carencia afectiva o falta de autoestima son propicias a ser víctimas, pero también quienes tienen una alta conciencia de valores éticos son susceptibles por su tendencia a confiar, querer, compartir, ayudar, etc.
Para romper la dañina relación manipulado-manipulador no se debe confiar en la voluntad del manipulador, porque no va a cambiar ni cooperar; la víctima debe primero descubrir lo nefasto de su relación y desear salir de ella; debe confiar en sus propios sentimientos y no en sus justificaciones o racionalizaciones; debe separarse del victimizador, y buscar ayuda si su personalidad está fuertemente deteriorada... Su principal estrategia de defensa es estar atento a sus emociones, y cambiar. Y perseverar en mantenerse lejos de las influencias manipuladoras aplicando algunas tácticas de preservación.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio