Ella, la otra, la primera (cont)
-Y había unas palomas, ¿verdad?
-No, yo nunca tuve palomas. Lo que había eran grillos. Y a veces me ensordecían con su canto...
-¿Te hablaban de mí?¿Me presentías?
-Qué ocurrencia, tú ni habrías nacido para esas fechas. No, me quitaban de hacer lo que estuviera preparando y me sentaba a escucharlos. Decían que eran de buena suerte...
-¿Pero palomas no, nunca? ¿Por qué entonces siento como que cruzan a vuelo por el patio?
-Serán las que llegaron cuando me marché.
-Pues entonces quitaré las palomas, son tan tristes. Y egoístas. No dejan que las otras aves se acerquen a comer...
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio