miércoles, 13 de junio de 2012

Mujeres, cartas y retratos

Hay tres textos que la casualidad o el destino, o ambos, hicieron que leyera recientemente. Los leí en orden inverso a su publicación original, es decir, primero leí Aura, de Carlos Fuentes publicada en 1962, después disfruté de La cena, de Alfonso Reyes datada en 1912 y mi última lectura, de las tres que ya dije, fue Los papeles de Aspern (1888) de Henry James.
Antes de continuar, debo reconocer mi ignorancia previa a las lecturas. Yo no tenía ni idea de que el padre de Fuentes hubiese sido amigo de Reyes, ni de que el pequeño Carlitos, en su niñez, hubiese escuchado historias del propio don Alfonso, sentado en su regazo. Tampoco conocía la relación entre Henry James y Alfonso Reyes, ni el amplio conocimiento que cada uno tenía de la obra del otro.
Así, mi sorpresa fue genuina con la lectura de La cena. El relato, ameno, pulcro, seductor, fue despertándome recuerdos de la lectura previa de Aura. No hay copia directa, debo aclarar, ni mucho menos. Pero el ambiente en ambos textos se me figuraba continuidad uno del otro. Las semejanzas, en cambio, en el caso de Aura y Los papeles de Aspern son muchísimo mayores.
Aunque, también, debo insistir, en que no se trata de copia sino, quizá, de fuente de inspiración.
Probablemente, ¿cómo saberlo? los tres autores encontraron algo fascinante en el motivo original y, cada uno a su modo, con su talento, visión y estilo, le dio vida.
Suponiendo, y sólo suponiendo, que, en efecto, la historia empiece con James, la leyenda dice que se basó en un hecho real: Los protagonistas verdaderos, los que inspiran la historia, serían entonces un joven bostoniano (Silsbee) con interés en documentos "valiosos" (cartas del poeta Percy B. Shelley y Lord Byron) en poder de una anciana (Claire Clairmont, antiguo amor de Byron), quien vivía con una ya no muy joven sobrina nieta.
Los personajes de los cuentos, en cada caso son tres:
-Felipe Montero, historiador; Consuelo, anciana y quien posee los documentos históricos; Aura, (seudo)sobrina nieta bajo la sujeción de la tía.
-Alfonso, joven poeta; Doña Magdalena, anciana que posee el retrato del militar; su hija Amalia.
-Joven editor (sin nombre); Juliana Bordereau, antiguo amor de Jeffrey Aspern y poseedora de las cartas; y Tita Bordereau, sobrina nieta.
En cuanto al ambiente hay muchísimas semejanzas: la situación económica de las mujeres, la vivienda, el mobiliario, la oscuridad que las rodea, el jardín, los retratos... También en la relación entre la anciana y la joven, que se percibe de dominio de la primera con respecto a la segunda...
Lo interesante es que, a pesar de todo lo anterior, de tantas semejanzas o coincidencias, no se trata de la misma historia. Y cada una de ellas aporta su propia riqueza, su fascinación individual, el talento del autor la hace única...
James recrea una situación en la que el protagonista se mueve por su propia ambición. Aparentemente las mujeres serán sus víctimas. Ellas no han hecho nada para provocar que él se les acerque, o las busque. Al contrario. Juliana ha intentado que el mundo las olvide. Y Tita es una sombra fiel a los deseos de su tía. No obstante, cuando el editor deja entrever su interés en los documentos, las mujeres resuelven (en escenas que no se describen, pero fácilmente imaginables), "atrapar" al hombre, casarlo con Tita.
Reyes, por su parte, nos ofrece un texto menos complicado en cuanto a intenciones. Aquí las mujeres ya toman iniciativa, ellas son quienes deciden el acercamiento e invitan al joven Alfonso a cenar, aprovechando su interés por lo asombroso y su conocimiento de París.
Y en el tercer texto, Consuelo es mucho más hábil. No sólo atrae al joven historiador con una oferta de trabajo irrechazable, (muy específica en cuanto a características físicas e intelectuales, de a quién va dirigida), sino que, para evitar que la "presa" se le escape y poder realizar su fantasía erótica, utiliza la seductora figura de Aura.
¿Habrá una cuarta historia rondando por alguna parte de la literatura universal donde las cartas sean el "gancho" y los retratos la clave que utilizan las mujeres en sus fantasías amorosas?

Elsa Beatriz Garza




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