El perenne interés de «Las mil y una noches» (Si lo leíste en la niñez...)
Rafael
Cansinos Assens, el primer traductor al castellano del árabe
original de «Las
mil y una noches»,
dentro de su profundo, completo y erudito Estudio
literario crítico de «Las
mil y una noches»,
publicado en 1955 por la editorial Aguilar, dedica un apartado
a El perenne interés de
«Las
mil y una noches».
En su análisis hace
referencia a autores de todas las épocas, compara con obras de
reconocimiento universal, profundiza en motivaciones y enfoques
propios del ser humano. Comparto algunos fragmentos.
“«Las
mil y una noches»
tiene un doble interés para los
públicos. Son de una parte un libro para niños y mujeres, por lo
que tienen de fabuloso y romántico, y de otra, un libro para
adultos, capaces de pensar y desentrañar sentidos.”
“Ahora bien: esas
lecturas determinan reflejos que luego reviven en el hombre adulto y
mueven sus resortes psíquicos, determinando querencias y nostalgias.
...(Y que cuando) vuelve a tomarlo en sus manos (ya adulto) y leerlo,
descubriendo en él bellezas y honduras que antes no sospechara.”
“Es de niños cuando
conocemos y tomamos el gusto a esos argumentos...”
“En la edad en que aún
no tenemos desarrollado el espíritu crítico aceptamos de buena fe y
con fruición, todas esas bellas mentiras, que entonces no nos lo
parecen, y las incorporamos a nuestra sangre, por así decirlo, como
vitaminas, que ya seguirán actuando en nosotros y desarrollándose a
medida de nuestro crecimiento.”
“Hay un sincronismo
efectivo entre nuestro desarrollo mental y el valor que esas obras
van adquiriendo en nuestra estimativa. Puede decirse que van
creciendo y evolucionando con nosotros, por la base afectiva que
asentaron en nuestra infancia.”
“Son las impresiones
del niño las que determinan las simpatías de toda clase... ...del
hombre futuro y hacen que todo lo que en esa edad aprendió por
referencia y en síntesis... despierte luego el interés sentimental
del joven y la curiosidad intelectual del hombre maduro.”
“En la infancia
nos impresionan naturalmente «Las
mil y una noches»
por lo que tienen de maravillosas; en la juventud, por
lo que tienen de románticas, y sus apasionadas heroínas...
...se convierten en nuestras amadas ideales, que quisiéramos
encontrar en la vida; y, finalmente, en la edad madura... en
que el ansia de saber suple al anhelo de amar, y en que el hombre
tiene ya una experiencia, volvemos a leer el libro y le encontramos
un sentido nuevo, profundo, moral y filosófico, porque
nosotros lo tenemos.”
“Es el mismo proceso
que se da también en la especie entera, que pasa de la edad poética
a la crítica -doblemente tal- y de los mitos a la mitología.”
“Viene luego la edad
senil, que es otra edad de enamoramientos... ...con un amor
intelectual.”
“… Ahora bien: todas
esas manifestaciones de la evolución literaria incesante actualizan
el interés de «Las
mil y una noches»
que, respecto a ellas, aparecen proféticas, dotadas de
anticipaciones, de una carga de futuribles que les permiten
sincronizarse con los gustos y preocupaciones del hombre moderno.”
“Tiene las dos caras,
que a Donoso Cortés le maravillaban en la Biblia: una
al pasado y otra al futuro; son un archivo de historias y profecías.”
“En ellas puede el
estudioso encontrar vestigios de épocas antiquísimas, de
instituciones ya abolidas, como el totem, el tabú, el matriarcado,
el rapto nupcial, el sacrificio del primogénito, etcétera,
etcétera; tradiciones de las civilizaciones primitivas -troglodita y
lacustre- simbolizadas en las mujeres-sierpes y las mujeres-cisnes,
y, en fin, de una multitud de costumbres sociales de las que solo se
encuentra ya constancia escita en las obras de imaginación... En
este sentido tienen también «Las
mil y una noches»
un valor de Biblia...”
“Pero como en la Biblia
misma hay en ellas historias
de un encanto poético, único, insuperable y perenne; tal que las de
Anisu-l-Uchud
(noches 249 a 258) y del
príncipe Yasmin y la princesa Allosa
(noches 818 a 821), que son de lo más bello y puro y delicado que
haya podido crear el idealismo del hombre y todas las razas, y cuya
lectura deleitará en todos los tiempos y a todas las razas del
mundo.”
“Y
no digamos nada de la carga de emoción patética de historia como la
de Asis y Asisa
(noches 104 a 120), de una fuerza tal que nunca dejará de actuar
sobre la sensibilidad de los hombres, en tanto éstos lo sean...”
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