En el cine. Cuando el deseo y la obligación de hacer justicia no coinciden: Tres anuncios... a las afueras de Ebbing, Missouri (2017)
Tres anuncios por un crimen (2017)
A través de tres panorámicos a las afueras de Ebbing, Missouri, una mujer cuestiona a la policía local sobre la falta de resultados en descubrir al culpable del asesinato con violación de su hija ocurrido siete meses antes.
La película muestra las reacciones tanto individuales como sociales de los afectados directa o indirectamente por esta acción que señala la incompetencia o falta de interés de las autoridades.
Mildred Hayes, la madre (Frances McDormand) justifica el recurso empleado señalando que es la única forma de que le hagan justicia.
Si lo logra o no es lo menos relevante de la película.
La historia en sí, es genial. El ritmo de la narración es continuo. Los personajes se muestran auténticos con una sencillez que no confunde ni sorprende: son reales. El comportamiento del exesposo y de los hijos de Mildred, de sus empleados y amigos, del jefe de policía Bill Willoughby (Woody Harrelson) y su segundo Jason Dixon (Sam Rockwell), incluso el de la mamá de este último (Sandy Martin), se corresponden con aspiraciones legítimas en cada uno de ellos por actuar según sus convicciones.
Un gran acierto el final, impecable. Así como el diálogo entre dos de los personajes que a pesar de sus enfrentamientos buscan, y posiblemente encuentran, coincidencias. "¿Quién más podría haber sido?" es la respuesta cómplice y entre risas de Dixon cuando se sinceran.
¿A quién responsabilizar -guion, dirección, actuación- por esta historia bien narrada que en su desarrollo va abriendo todo un juego de emociones simples, genuinas e inevitables?
Identificarse o no. Comprender. Definirse.
Tal vez ninguna de las anteriores sea la intención de la película, o tal vez todas.