lunes, 1 de enero de 2024

Manzana ¿Cuál manzana?

 Manzana.

¿Qué imagen o pensamiento te viene a la mente cuando digo -o escribo- MANZANA?

Antes de seguir con la manzana quisiera hacer una especie de símil. O sea, proponerte una comparación.

 En este caso se trata de una imagen con una figura de pie, muy simplificada, de espaldas, que parece una persona, un ser humano. Sin adentrarnos en cuestiones de género, para cuestiones del ejemplo diré que se trata de un hombre. A él me referiré así todo el tiempo.

Bien. Si junto a esa figura estuviera otra pequeña y lo tomara de la mano, podríamos pensar que "el hombre" es el padre. Si en lugar del niño el hombre estuviera acompañado por otra figura encorvada y con bastón quizá creeríamos que "el hombre" es el hijo. Si a la figura original la acompaña otra, similar en todo, propondríamos que entre ambos hay algún tipo de relación. Tal vez hermano o pareja.  

Si a la primera imagen del hombre le agregamos algún instrumento como una pala, o un estetoscopio, o libros, lo asociaríamos con trabajador, doctor, estudiante...  Nuestra idea se transforma y precisa, según los elementos agregados.

Volvamos a la manzana. A la palabra manzana. Al sintagma Manzana: "La manzana me gusta mucho", digo.

Cuando digo o escribo manzana (el sintagma manzana) ya que no puedes verla, no tengo la certeza de que pienses o imagines lo mismo que yo. ¿A qué manzana, o clase de manzana, me refiero? ¿Es roja o amarilla? ¿Es grande o pequeña? ¿La estoy comiendo? ¿Está mordida? ¿En el árbol? ¿Es mía, o tuya? ¿Está dulce o pasada? 

Si quiero que tú, como mi receptor, entiendas mi mensaje sin confusiones ni dudas, mi sintagma debe ser tan claro y específico como sea necesario. O sea, hay que ayudarlo a concretar o identificar la manzana de la que hablo, aliándolo con algunos sintagmas básicos del tipo determinativo (como serían estos: la manzana, una manzana, esta manzana, tu manzana, cualquier manzana, última manzana, cuál manzana, media manzana, aquella manzana...) o con sintagmas que se refieran a alguna característica o cualidad propia: manzana gala, manzana roja, dulce manzana... 

Y podemos usar tantos elementos como sean necesarios que cumplan la misma función de determinar, como en: a) La manzana del frutero, b) una manzana recién cosechada, c) las mejores manzanas de Galeana, d) la producción de manzanas de este año para exportar... e) "La manzana envenenada de Blancanieves" o f) la célebre "manzana de la discordia que según la mitología griega provocó la guerra de Troya".

Al escritor francés Gustavo Flaubert le obsesionaba la idea de transmitir con absoluta precisión sus mensajes. Solía decir: "Entre todas las expresiones, todas las formas, todos los giros, (existentes) sólo hay una expresión, un giro y una forma que expresen lo que yo quiero decir". Y exploraba una y otra posibilidad hasta encontrar la que le satisfacía.

Pero en mi mensaje original, sólo para que no quede duda y consciente de que no tengo el talento de Flaubert, quiero precisar que yo estoy hablando de que: 

"Las manzanas Gala de Saltillo, de la huerta de mi comadre Rosy me gustan mucho". ¡Son deliciosas!


0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio