jueves, 5 de noviembre de 2020

LA SORPRENDENTE HISTORIA DEL JOROBADITO

Es uno de los relatos icónicos de “Las mil y una noches” que incluye varias historias, antes del sorpresivo desenlace en el cual la voluntad de Alá es el verdadero protagonista.

Inicia con una broma fallida durante una cena ofrecida por un sastre y su esposa a un jorobadito -bufón del Rey de China-, que resulta en la inesperada muerte del invitado.

El matrimonio abandona el cuerpo inerte afuera de la casa de un médico judío quien, accidentalmente, tropieza con él y creyendo haberlo matado lo oculta en la casa del vecino que trabaja en palacio. El intendente golpea al intruso que encuentra en su patio y se deshace del cuerpo recargándolo afuera de una tienda donde al pasar un mercader cristiano y creer estar siendo asaltado, pide ayuda y es acusado y llevado a las autoridades como responsable de la muerte del bufón.

Ahorcarán al culpable al amanecer. A punto de ejecutar al mercader se presenta el intendente para sustituirlo. Por su parte el médico judío llegará para tomar el lugar del intendente y finalmente el sastre confesará ser el verdadero responsable.

Pero el relato de Scherezada apenas empieza aquí...

Antes de ahorcar al sastre, el Rey de China ordena que todos sean llevados a su presencia, junto con el cuerpo del bufón. Tras escucharlos, ¡tal es su dolor! ordena que ahorquen a los cuatro.

Y ésta, hasta aquí sorprendente historia (en palabras del Rey de China) aún no termina.

Se antoja un indulto, o al menos un intento por parte de alguno de los culpables para que se anule la sentencia. ¿Qué se puede argumentar que ni ofenda al rey ni cuestione el poder de Alá sobre la vida de los mortales y les permita vivir?

¡Contar Cuentos!

El mercader negocia el perdón de los cuatro si relatan una historia -por supuesto real- más sorprendente que la que acaban de protagonizar con el jorobadito. El relato no le parece tan sorprendente al rey, ni tampoco la que contará el intendente, ni la del médico judío. La esperanza de salvación queda entonces en el sastre. ¿podrá él salvarlos a todos?

¡Ah! ¡El sastre! ¿Qué podrá contar que supere a los tres anteriores, sin recurrir a hechos ficticios, ni mezclar seres sobrenaturales, y que pueda satisfacer a tan exigente auditorio?

Va a hacer lo mismo que sus antecesores, al menos al inicio: va a dejar en boca de otro la narración. Pero no de uno sólo, sino de dos personajes, antagonistas entre sí, y a quienes, para dar más veracidad a su historia, afirma que él conoció en una fiesta horas antes de la fatídica cena en su casa.

Al terminar el sastre ambos relatos (en realidad ocho: el del joven cojo por culpa del barbero, y el de éste que en su defensa de inocencia contó las historias de sus seis hermanos), agregó que los reunidos en la fiesta castigaron al barbero encerrándolo en una bodega oscura y llena de ratas. Y cierra el sastre su narración incluyendo su cena con el jorobadito, la muerte de éste, los intentos de ocultar el cuerpo, la presencia de cada uno de los cuatro convictos para salvar a un inocente y la comparecencia de todos ellos ante el Rey de China.

¿Será ésta historia lo suficientemente sorprendente y maravillosa como para que el rey los indulte?

Tal vez sí, si fuera cierta... Pues ésa fue una de las condiciones implícitas en la negociación.

Y para verificar los relatos del sastre hay que traer al barbero.

Y sí, todo ha sido como el sastre contó.

¿Qué más se puede pedir además del indulto, para hacer más sorprendente este cuento del jorobadito que Scherezada relata a Schariar? ¿Que resucite al jorobadito cuyo cuerpo ha quedado olvidado desde la historia contada por el nazareno?

Pues sí, pero ni siquiera el Rey de China puede hacer eso.

Pero el poder de Alá y su voluntad se manifiestan no sólo en la curiosidad del barbero que lo hace examinar el cuerpo y advertir que está vivo y que, con ungüentos, pinzas y gran habilidad, logrará extraer el bocado con la espina del pescado que estaba atorado en la garganta del bufón. El poder de Alá también está presente en toda la cadena de situaciones que se originaron incluso mucho tiempo antes de la cena con que inicia esta historia y en las que se derivaron del intento de deshacerse del cuerpo del bufón de donde surgen las historias del barbero, como queda claro cuando Sherezada hace decir al Sultán:

Si, gracias a Alah, no hubiese estado aquí este barbero, el día de hoy habría sido el último de la vida del jorobado. Pues sólo por la ciencia y el mérito de este barbero hemos podido salvar su vida

Y ésta sí es la sorprendente historia del jorobadito. (Y del sastre... y del médico judío... y del intendente... y del nazareno... y del barbero).

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